15. ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?
16. Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es, y de nuestros hijos; ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
17. Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos.
18. Y guió todo su ganado, y toda su hacienda que había adquirido, el ganado de su ganancia que había adquirido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán.
19. Y Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre.
20. Y hurtó Jacob el corazón de Labán, el arameo, en no hacerle saber cómo se huía.
21. Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó, y pasó el río, y puso su rostro al monte de Galaad.
22. Y fue dicho a Labán al tercer día cómo Jacob había huido.
23. Entonces tomó a sus hermanos consigo, y fue tras él camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad.
24. Y vino Dios a Labán, el arameo, en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no digas a Jacob bueno ni malo.
25. Alcanzó pues Labán a Jacob, y éste había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus hermanos en el monte de Galaad.
26. Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me hurtaste el corazón, y has traído a mis hijas como cautivas a espada?