8. Para hacer subir la ira para hacer venganza, yo puse su sangre sobre el lugar alto de la piedra, para que no sea cubierta.
9. Por tanto, así dijo el Señor DIOS: ¡Ay de la ciudad de sangre! Pues también haré yo gran hoguera,
10. multiplicando la leña, encendiendo el fuego, para consumir la carne, y hacer la salsa; y los huesos serán quemados;
11. asentando después la olla vacía sobre sus brasas, para que se caldee, y se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se consuma su espuma.
12. En fraude se cansó, y nunca salió de ella su mucha espuma. En fuego será su espuma consumida.
13. En tu suciedad perversa padecerás , porque te limpié, y tú no te limpiaste de tu suciedad; nunca más te limpiarás, hasta que yo haga descansar mi ira sobre ti.
14. Yo, el SEÑOR, hablé; vine, e hice. No me tornaré atrás, ni tendré misericordia, ni me arrepentiré; según tus caminos y tus obras te juzgarán, dijo el Señor DIOS.
15. Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:
16. Hijo de hombre, he aquí que yo te quito por muerte el deseo de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
17. Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de consuelo.
18. Y hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado.
19. Y me dijo el pueblo: ¿No nos enseñarás qué nos significan estas cosas que tú haces?
20. Y yo les dije: Palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo:
21. Di a la Casa de Israel: Así dijo el Señor Dios: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el regalo de vuestra alma; vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán a cuchillo.
22. Y haréis de la manera que yo hice; no os cubriréis con rebozo, ni comeréis pan de hombres;
23. y vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies; no endecharéis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros.
24. Ezequiel, pues, os será por señal; según todas las cosas que él hizo, haréis; al venir esto, entonces sabréis que yo soy el Señor DIOS.
25. Y tú, hijo de hombre, el día que yo quitare de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deseo de sus ojos, y el cuidado de sus almas, sus hijos y sus hijas,
26. este día vendrá a ti un escapado para traer las nuevas.