4. Y el tercer ángel derramó su copa en los ríos, y en las fuentes de las aguas, y fueron vueltas en sangre.
5. Y oí al ángel de las aguas, que decía: Señor, tú eres justo, que eres y que eras el Santo, porque has juzgado estas cosas;
6. porque ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, tú les has dado también a beber sangre, pues lo merecen.