46. Los extraños desfallecían, y temblaban en sus encerramientos.
47. Viva el SEÑOR, y sea bendita mi peña; sea ensalzado el Dios, que es la roca de mi salvación.
48. El Dios que me ha dado venganzas, y sujeta los pueblos debajo de mí.
49. Que me saca de entre mis enemigos; tu me sacaste en alto de entre los que se levantaron contra mi; me libraste del varón de iniquidades.
50. Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre.