5. Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido: y he aquí luego un ángel que le tocó, y le dijo: Levántate, come.
6. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un vaso de agua; y comió y bebió y se volvió a dormir.
7. Y volviendo el ángel del SEÑOR la segunda vez, le tocó, diciendo: Levántate, come; porque gran camino te resta.
8. Se levantó, pues , y comió y bebió; y caminó con la fortaleza de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches, hasta el monte de Dios, Horeb.