1. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y cualquiera que ama al que engendró, ama también al que es nacido de él.
2. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
3. Porque esta es la caridad de Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos.
4. Porque todo aquello que es nacido de Dios, vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber nuestra fe.
5. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
6. Este es Jesús, el Cristo, que vino por agua y sangre; no por agua solamente, sino por agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
7. Porque tres son los que dan testimonio del cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
8. También son tres los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre; y estos tres concuerdan en uno.
9. Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.