6. Los que confían en sus posesiones, y se jactan en la muchedumbre de sus riquezas,
7. ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate
8. (Porque la redención de su alma es de gran precio, y no se hará jamás).
9. Para que viva en adelante para siempre, y nunca vea corrupción.
10. Pues él ve que mueren los sabios; igualmente perecen el insensato y el necio, y dejan a otros sus riquezas.
11. En su interior piensan que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación; dan sus nombres a sus tierras.