Rut 3:1-11 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Y su suegra Noemí le dijo: Hija mía, ¿no he de buscarte un hogar, para que estés bien?

2. ¿No es Boaz nuestro pariente, con cuyas mozas tú has estado? He aquí que esta noche él avienta la parva de las cebadas.

3. Te lavarás pues, y te ungirás, y te pondrás tu vestido y bajarás a la era; pero no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.

4. Y cuando él se acostare, observa tú el lugar donde él se acuesta, e irás, y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que debes hacer.

5. Y ella le respondió: Haré todo lo que tú me dices.

6. Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.

7. Y cuando Boaz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón de grano. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.

8. Y aconteció, que a la media noche se estremeció aquel hombre, y palpó; y he aquí, la mujer que estaba acostada a sus pies.

9. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Ruth tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente redentor.

10. Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; pues has hecho mejor tu postrera gracia que la primera, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.

11. Ahora, pues, no temas, hija mía: yo haré contigo lo que me pidas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa.

Rut 3