10. Y el mandamiento que era para vida, yo encontré que era para muerte.
11. Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
12. De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento es santo, y justo, y bueno.
13. ¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? ¡En ninguna manera! Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
14. Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo pecado.
15. Pues lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero; sino lo que aborrezco, eso hago.
16. Y si lo que no quiero, eso hago, apruebo que la ley es buena.
17. De manera que ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí.
18. Y yo sé que en mí (esto es en mi carne) no mora el bien; pues el querer está en mí, pero el hacer el bien no.
19. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, éste hago.
20. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí.