4. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen en hombros de los hombres; pero ellos ni con su dedo las quieren mover.
5. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;
6. y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas;
7. y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí.