10. Y luego, subiendo del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre Él.
11. Y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo contentamiento.
12. Y enseguida el Espíritu le impulsó al desierto.
13. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.