Lucas 9:40-58 Reina Valera Gómez (RVG)

40. Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

41. Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá tu hijo.

42. Y cuando aun se iba acercando, el demonio le derribó y le sacudió violentamente; mas Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y lo devolvió a su padre.

43. Y todos estaban maravillados de la grandeza de Dios. Y admirándose todos de todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos:

44. Dejad que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

45. Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen; y temían preguntarle de esta palabra.

46. Entonces entraron en disputa, de cuál de ellos sería el mayor.

47. Mas Jesús, viendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó a un niño, y lo puso junto a sí,

48. y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mí nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése será el más grande.

49. Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.

50. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

51. Y aconteció, que cumpliéndose el tiempo en que había de ser recibido arriba, Él afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

52. Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de samaritanos, para preparar para Él.

53. Pero no le recibieron, porque su apariencia era como de ir a Jerusalén.

54. Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, así como hizo Elías?

55. Entonces volviéndose Él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

56. porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

57. Y aconteció que yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré a dondequiera que vayas.

58. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.

Lucas 9