22. Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os vituperaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
23. Regocijaos en aquel día, y saltad de gozo; porque he aquí vuestro galardón es grande en el cielo; porque así hacían sus padres a los profetas.
24. Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque tenéis vuestro consuelo.
25. ¡Ay de vosotros, los que estáis llenos! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.
26. ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablaren bien de vosotros! Porque así hacían sus padres a los falsos profetas.