36. Entonces les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja, y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.
37. Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que concierne a mí, cumplimiento tiene.
38. Entonces ellos dijeron: Señor, he aquí dos espadas. Y Él les dijo: Basta.
39. Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.
40. Y cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.