34. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este mundo se casan, y se dan en casamiento;
35. pero los que fueren tenidos por dignos de aquel mundo y la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
36. Porque no pueden morir ya más; pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
37. Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
38. Porque Él no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para Él.
39. Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.
40. Y ya no se atrevieron a preguntarle nada.
41. Y Él les dijo: ¿Cómo dicen que Cristo es hijo de David?
42. Pues David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra;
43. Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
44. Así que David le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?