Lucas 18:11-18 Reina Valera Gómez (RVG)

11. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.

13. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que golpeaba su pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

14. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.

15. Y también le traían los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendían.

16. Pero Jesús, llamándolos, dijo: Dejad los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

17. De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

18. Y le preguntó un príncipe, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Lucas 18