1. Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
2. diciendo: Había un juez en una ciudad, el cual ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.
3. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
4. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
5. sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo, al fin me fastidie.