33. y reinará sobre la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.
34. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
35. Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios.
36. Y he aquí tu prima Elisabet, la que llamaban estéril, ella también ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes para ella;
37. Porque con Dios nada será imposible.
38. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase a mí conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de ella.
39. Y en aquellos días levantándose María, se fue aprisa a la montaña, a una ciudad de Judá;
40. y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.
41. Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
42. y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
43. ¿Y de dónde esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
44. Porque he aquí, tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.
46. Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor;
47. Y mi espíritu se regocijó en Dios mi Salvador,