Juan 6:51-64 Reina Valera Gómez (RVG)

51. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

52. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede Éste darnos a comer su carne?

53. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.

54. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.

55. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

56. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

57. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, así el que me come, él también vivirá por mí.

58. Éste es el pan que descendió del cielo: No como vuestros padres que comieron el maná, y murieron; el que come de este pan vivirá eternamente.

59. Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaúm.

60. Entonces muchos de sus discípulos al oírlo, dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?

61. Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?

62. ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?

63. El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

64. Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le iba a entregar.

Juan 6