Juan 4:36-44 Reina Valera Gómez (RVG)

36. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.

37. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.

38. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

39. Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba diciendo: Me ha dicho todo lo que he hecho.

40. Entonces, cuando los samaritanos vinieron a Él, le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.

41. Y creyeron muchos más por la palabra de Él.

42. Y decían a la mujer: Ahora creemos, no sólo por tu dicho, sino porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Cristo, el Salvador del mundo.

43. Y dos días después, salió de allí y se fue a Galilea.

44. Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.

Juan 4