Jeremías 4:18-26 Reina Valera Gómez (RVG)

18. Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta es tu maldad; por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.

19. ¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.

20. Destrucción tras destrucción es anunciada; porque toda la tierra es devastada; de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas.

21. ¿Hasta cuándo he de ver bandera y he de oír sonido de trompeta?

22. Porque mi pueblo es necio; no me han conocido, son hijos ignorantes y sin entendimiento; son sabios para mal hacer, pero hacer el bien no lo saben.

23. Miré la tierra, y he aquí que estaba desordenada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz.

24. Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.

25. Miré, y no había hombre alguno, y todas las aves del cielo se habían ido.

26. Miré, y he aquí la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban asoladas a la presencia de Jehová, delante del furor de su ira.

Jeremías 4