31. Llegó el estruendo hasta el cabo de la tierra; porque Jehová tiene litigio con las naciones; Él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jehová.
32. Así dice Jehová de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra.
33. Y en aquel día los muertos por Jehová estarán desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; no se endecharán, ni se recogerán, ni serán enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.