32. ¿Se olvidará la virgen de su adornos, o la desposada de sus atavíos? pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días.
33. ¿Por qué realzas tu camino para hallar amor? Pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos.
34. También en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres, de los inocentes; no la hallé en indagación secreta, sino en todas estas cosas.
35. Y dices: Porque soy inocente, de cierto su ira se desviará de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado.
36. ¿Para qué discurres tanto, mudando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria.