Jeremías 2:2-17 Reina Valera Gómez (RVG)

2. Anda, y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la lealtad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.

3. Santidad era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran injuriarán; mal vendrá sobre ellos, dice Jehová.

4. Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.

5. Así dice Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y se tornaron vanos?

6. Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos hizo andar por el desierto, por una tierra desierta y barrancosa, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?

7. Y os metí en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien: mas entrasteis, y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad.

8. Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? Y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

9. Por tanto entraré aún en juicio con vosotros, dice Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.

10. Porque pasad a las islas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad cuidadosamente, y ved si ha habido cosa semejante:

11. ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Pero mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.

12. Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dice Jehová.

13. Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua.

14. ¿Es Israel siervo? ¿Es esclavo? ¿Por qué ha sido despojado?

15. Los cachorros de los leones rugieron sobre él, alzaron su voz; y asolaron su tierra; quemadas están sus ciudades, sin morador.

16. Aun los hijos de Nof y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.

17. ¿No te acarreaste esto tú mismo, al haber dejado a Jehová tu Dios, cuando Él te guiaba por camino?

Jeremías 2