15. ¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el bordón se levantase contra el que lo levanta! ¡Como si se levantase la vara como si no fuese leño!
16. Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos; y debajo de su gloria encenderá una hoguera como ardor de fuego.
17. Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos.
18. Consumirá la gloria de su bosque y de su campo fértil, desde el alma hasta la carne: y vendrá a ser como abanderado en derrota.
19. Y los árboles que quedaren en su bosque, serán en número que un niño los pueda contar.
20. Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió; sino que se apoyarán con verdad en Jehová el Santo de Israel.
21. El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios poderoso.
22. Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia.
23. Pues el Señor, Jehová de los ejércitos hará consumación, ya determinada, en medio de la tierra.
24. Por tanto el Señor, Jehová de los ejércitos dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Asiria. Con vara te herirá, y contra ti alzará su bordón, a la manera de Egipto;
25. Mas de aquí a muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para destrucción de ellos.
26. Y Jehová de los ejércitos levantará azote contra él, como en la matanza de Madián en la peña de Oreb; y alzará su vara sobre el mar, como en Egipto.
27. Y acontecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo será destruido por causa de la unción.
28. Vino hasta Ajat, pasó hasta Migrón; en Micmas contará su ejército:
29. Pasaron el vado; alojaron en Geba: Ramá tembló; Gabaa de Saúl huyó.
30. Grita en alta voz, hija de Galim; haz que se oiga hacia Lais, pobrecilla Anatot.
31. Madmena se alborotó; los moradores de Gebim se juntaron para huir.