Hechos 21:9-16 Reina Valera Gómez (RVG)

9. Y éste tenía cuatro hijas vírgenes que profetizaban.

10. Y deteniéndonos allí por muchos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo.

11. Y cuando él vino a nosotros, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.

12. Y cuando oímos esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.

13. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.

14. Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.

15. Y después de estos días, tomando nuestro bagaje, subimos a Jerusalén.

16. Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a un Mnasón, de Chipre, un discípulo antiguo, con quien nos hospedaríamos.

Hechos 21