Génesis 30:14-31 Reina Valera Gómez (RVG)

14. Y fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre: y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.

15. Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.

16. Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche.

17. Y oyó Dios a Lea: y concibió, y dio a luz a Jacob el quinto hijo.

18. Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar.

19. Y concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.

20. Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos: y llamó su nombre Zabulón.

21. Y después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.

22. Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y abrió su matriz.

23. Y concibió, y dio a luz un hijo: y dijo: Dios ha quitado mi afrenta:

24. Y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo.

25. Y aconteció, cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.

26. Dame mis esposas y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho.

27. Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; pues he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.

28. Y dijo: Señálame tu salario, que yo lo daré.

29. Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo;

30. Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número; y Jehová te ha bendecido con mi llegada: y ahora ¿cuándo he de trabajar yo también por mi propia casa?

31. Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada: si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.

Génesis 30