20. Dando gracias siempre por todas las cosas a Dios y al Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
21. Sujetaos los unos a los otros en el temor de Dios.
22. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
23. Porque el marido es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo.