33. Y los sabios del pueblo instruirán a muchos; pero caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo, por muchos días.
34. Y en su caer serán ayudados de pequeño socorro; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas.
35. Y algunos de los sabios caerán para ser purificados, y limpiados, y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo.
36. Y el rey hará a su voluntad; y se enaltecerá y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo que está determinado se cumplirá.
37. No hará caso del Dios de sus padres, ni del amor de las mujeres: ni se cuidará de dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
38. Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro, y plata, y piedras preciosas, y con cosas de gran precio.
39. Y actuará contra los baluartes más fuertes con el dios ajeno que él reconocerá y colmará de honores; y los hará señorear sobre muchos, y por interés repartirá la tierra.
40. Pero al cabo del tiempo el rey del sur se enfrentará con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchos navíos; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará.
41. Y vendrá a la tierra gloriosa, y muchas naciones caerán; mas éstas escaparán de su mano: Edom, y Moab, y lo mejor de los hijos de Amón.
42. Asimismo extenderá su mano a las otras tierras, y no escapará el país de Egipto.
43. Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto. Libios y etíopes seguirán sus pasos.
44. Pero noticias del oriente y del norte lo estremecerán; y saldrá con grande ira para destruir y matar a muchos.
45. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares, en el monte deseable del santuario; y vendrá hasta su fin, y no tendrá quien le ayude.