12. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
13. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
14. Y escribe al ángel de la iglesia de los LAODICENSES: Estas cosas dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios:
15. Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Quisiera que fueses frío o caliente!