1. Salmo de David: Masquil. BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.
2. Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay superchería.
3. Mientras callé, envejeciéronse mis huesos En mi gemir todo el día.
4. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Volvióse mi verdor en sequedades de estío. (Selah.)