23. Considera atentamente el aspecto de tus ovejas; Pon tu corazón á tus rebaños:
24. Porque las riquezas no son para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
25. Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y segaránse las hierbas de los montes.
26. Los corderos para tus vestidos, Y los cabritos para el precio del campo: