43. Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
44. Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él.
45. Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.
46. Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?