38. Y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo;
39. Y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40. De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo.
41. Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad,
42. Y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes.