1. EN esto, juntándose muchas gentes, tanto que unos á otros se hollaban, comenzó á decir á sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los Fariseos, que es hipocresía.
2. Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido.
3. Por tanto, las cosas que dijisteis en tinieblas, á la luz serán oídas; y lo que hablasteis al oído en las cámaras, será pregonado en los terrados.
4. Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.