8. Antes, en otro tiempo, no conociendo á Dios, servíais á los que por naturaleza no son dioses:
9. Mas ahora, habiendo conocido á Dios, ó más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir?
10. Guardáis los días, y los meses, y los tiempos, y los años.
11. Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros.