32. Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién es conmigo? ¿quién? Y miraron hacia él dos ó tres eunucos.
33. Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron: y parte de su sangre fué salpicada en la pared, y en los caballos; y él la atropelló.
34. Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora á ver aquella maldita, y sepultadla; que es hija de rey.