13. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
14. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
15. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.