23. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
24. porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25. Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
26. y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
28. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.