19. y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
20. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
21. Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
22. Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
23. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
24. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?
25. ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
26. Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?