31. Aún me hundirás en el hoyo,Y mis propios vestidos me abominarán.
32. Porque no es hombre como yo, para que yo le responda,Y vengamos juntamente a juicio.
33. No hay entre nosotros árbitroQue ponga su mano sobre nosotros dos.
34. Quite de sobre mí su vara,Y su terror no me espante.
35. Entonces hablaré, y no le temeré;Porque en este estado no estoy en mí.