12. No estáis estrechos en nosotros, pero sí sois estrechos en vuestro propio corazón.
13. Pues, para corresponder del mismo modo (como a hijos hablo), ensanchaos también vosotros.
14. No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?