15. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17. Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
18. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.
19. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos.
20. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
21. Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro:
22. sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,
23. y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.