2. Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne.
3. Las iniquidades prevalecen contra mí, mas nuestras transgresiones tú las perdonarás.
4. Bienaventurado el que tú escojas y hagas que se acerque a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.
5. Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra y de los mares más remotos.
6. Tú, el que afirma los montes con su poder, ceñido de poderío;