15. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito; y cuando lo conseguís, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.
16. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: Cualquiera que jure por el templo, no significa nada; pero cualquiera que jure por el oro del templo, queda obligado.
17. ¡Insensatos y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, el oro o el templo que santifica al oro?
18. También decís: Cualquiera que jure por el altar, no significa nada; pero cualquiera que jure por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.
19. ¡Necios y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, la ofrenda o el altar que santifica la ofrenda?
20. Pues el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él;
21. y el que jura por el templo, jura por él y por Aquel que habita en él;
22. y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado sobre él.
23. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, y la misericordia y la fe; esto era menester hacer, sin dejar de hacer lo otro.