33. Y después que le hayan azotado, le matarán; pero al tercer día resucitará.
34. Pero ellos nada entendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.
35. Y aconteció que, acercándose él a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino, mendigando;
36. el que, cuando oyó a la gente que pasaba, preguntó qué era aquello.