32. Otro es el que da testimonio de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
33. Vosotros enviasteis a preguntarle a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
34. Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto para que vosotros seáis salvos.
35. Él era una antorcha que ardía y alumbraba, y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.