15. Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro.
16. Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino.
17. Y ellos le dijeron: Nosotros quedaremos libres de este juramento que te hemos hecho.
18. He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste, y tú reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre.
19. Cualquiera que salga fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros quedaremos sin culpa. Mas cualquiera que esté en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano alguna le toca.
20. Y si tú denuncias este asunto nuestro, nosotros quedaremos libres de este juramento que te hemos hecho.