Isaías 51:10-17 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

10. ¿No eres tú el que secó el mar, las aguas del gran abismo; el que transformó en camino las profundidades del mar para que pasasen los redimidos?

11. Por tanto, volverán los redimidos de Jehová; irán a Sión cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; obtendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.

12. Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que será como el heno?

13. ¿Ya te has olvidado de Jehová, tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente el furor del que oprime, cuando se disponía a destruir? Mas, ¿dónde está el furor del que oprime?

14. El preso agobiado se da prisa para quedar libre; y no morirá en la fosa ni carecerá de su pan.

15. Pero yo soy Jehová tu Dios, que agito el mar y hago rugir sus olas. Jehová de los ejércitos es su nombre.

16. Y en tu boca he puesto mis palabras y con la sombra de mi mano te he cubierto, para extender los cielos, y fundar la tierra y decir a Sión: Pueblo mío eres tú.

17. Despierta, despierta, levántate, oh Jerusalén, que bebiste de la mano de Jehová el cáliz de su ira; hasta los sedimentos del cáliz de aturdimiento bebiste.

Isaías 51