37. Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos si no te lo devolviere; entrégalo en mi mano, que yo te lo devolveré.
38. Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros, pues su hermano ha muerto, y sólo él ha quedado; y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor al Seol.